¡Hay tantas opciones! ¿Qué camino seguir para tomar una decisión?
Según mi experiencia, el primer criterio debe ser la zona. Ninguna escuela, por maravillosa que sea, merece que los peques pasen en el auto o transporte más de media hora. Ya después de eso se puede pensar en el enfoque de enseñanza, ya sea humanista, constructivista (como las escuelas Waldorf o el método Montessori) o tradicional. El costo de la colegiatura también hay que tenerlo en cuenta, pues es importante, aunque no definitivo.

¿Cuáles son las consideraciones con relación al precio?
Si debes hacer un gran esfuerzo para pagar, eso va a generar muchísimo estrés. Por ninguna educación vale la pena pasar por eso. Recomiendo escoger un máximo de cinco opciones dentro de los parámetros alcanzables y entre ellas elegir.

¿Qué otros aspectos deben contemplarse?

Es vital conocer los espacios y cómo ponen en práctica el método que ofrecen. Se termina de decidir yendo a conocer las escuelas: platica con el personal escolar sobre cuestiones que para ti sean prioritarias, por ejemplo, cómo manejan berrinches u otros conflictos o cuáles son las dinámicas de enseñanza.

¿Qué tan determinante es la elección para el desarrollo de mis peques?
El futuro no lo define asistir a una escuela de alto nivel. Si en casa tus peques reciben estímulos constantemente, seguro van a poder aprovechar esas herramientas para aprender en cualquier escuela. Lo más importante es considerar a los niños como individuos y que su educación incluya arte y educación física para un crecimiento pleno.

¿Qué pasa si a mi peque no le gusta la escuela que elegí o a él no le funciona?
No todas las escuelas son para todos… y eso está bien. Hoy sabemos que hay infinidad de caminos y todos pueden ser igual de plenos y felices. Hay muchas formas de llegar a eso: el colegio es importante, pero no determinante. No hay que dejarle todo a la escuela; la educación escolar es sólo una parte de nuestra formación como personas.