Notas que educan

La música nos acompaña en los momentos más importantes de nuestra vida. Quizá sea tiempo de que se tome más en serio en los planes educativos y pueda ir más allá de aprender a tocar Las mañanitas en la flauta.

Decía Friedrich Nietzsche que la vida sin música sería un error. Quizá la educación también. Como sabemos, la música es mucho más que ruido de fondo. Sus efectos han sido demostrados en plantas, animales y en el cerebro humano. Las primeras distinguen entre géneros musicales y a través de los sonidos aprenden de su entorno. Los segundos modifican su conducta. A los seres humanos nos ayuda a reducir la ansiedad, la presión arterial y el dolor, además de mejorar la calidad del sueño, el estado de ánimo, la agudeza mental y la memoria, manteniendo al cerebro jovial y alegre. Eso la convierte en una herramienta educativa importante para generaciones de alumnxs cuyo entorno es cada vez más confuso y caótico.

De acuerdo con Karla María Reynoso Vargas, profesora de la Escuela Superior de Música de la Universidad Juárez en Durango, las infancias no llegan a las aulas en blanco, pues desde el vientre materno todos hemos estado expuestos a una gran variedad de sonidos: ruidos, voces, cantos y otros que están presentes desde la gestación. 

Concuerda Luis Ochoa, fundador de un espacio de iniciación musical para peques, quien señala que el primer soundtrack es el corazón de nuestra madre, cuyo ritmo, acompañado de su voz, es nuestro primer acercamiento musical. Una vez que llegamos al mundo, combinamos ese repertorio sonoro con el baile: en ese momento todo es música, y sonidos como el de una licuadora o una sirena nos invitan a mover el cuerpo. Ochoa recalca la importancia de estos acercamientos, pues ayudan a la motricidad, la memoria y al lenguaje. Combinados con el movimiento corporal, mejoran la autoestima, el ánimo y la creatividad. 

Vinculación y aprendizaje

Durante su larga carrera como músico y pedagogo musical, César Tort estableció que la importancia de la música la hacía merecedora  de un lugar en los planes de estudio nacionales. No se refería a un pequeño espacio, como parte de Expresión y Apreciación Artísticas, sino como una materia básica, tan relevante como el resto de las asignaturas. 

Por su parte, Raymond Murray Schafer, compositor canadiense, consideraba que lo más importante es proporcionar instrumentos a las infancias desde el primer momento de su acercamiento musical. La educación musical, decía, debe acompañarnos a lo largo de la vida: a través del canto, la cultura vocal, la educación de la rítmica y del oído, el solfeo y la historia de la música. Es decir, hay que darle un carácter integral en los contenidos curriculares educativos. 

Las ventajas de la música para la educación infantil quedan claras. Tanto escuelas como madres y padres hacer mayor hincapié en programas que potencien los beneficios de tocar, escuchar y aprender a través de la música.

La escuela ha sido semillero de buenas bandas. Grupos como Radiohead, Green Day o Queen se formaron entre recesos escolares y ensayos al terminar las clases. También Café Tacuba, Maldita Vecindad o Efelante se unieron entre cuadernos, tareas y libros.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Notas Relacionadas

En las escuelas maristas late una esencia única que va más allá de la educación tradicional: se trata de un compromiso firme con la formación de seres que puedan expresarse libremente y se desarrollen en ambientes seguros, solidarios e inclusivos.

El vibrante mundo actual nos enfrenta a la constante preocupación de brindar a nuestros hijos una educación de calidad, desde preescolar hasta la universidad. En este contexto, surge la Inversión Educativa Tec, una estrategia innovadora que es una puerta abierta al futuro de tus hijos.