Inclusión en las aulas: desafíos para alcanzarla

La diversidad nos beneficia a todos. Pese a ello, aún no la abrazamos por completo. ¿Qué se necesita para que tenga mayor alcance? Lo mismo que se necesita para seguir en el mundo: adaptarnos y si es desde las aulas, mejor.

La diversidad es mucho más que una palabra o concepto de moda: se trata de una actitud ante la vida que nos permite aceptar la diferencia y reconocernos en las otras personas. Por ello es fundamental educar con base en ella. Platicamos con Silke Lubzik, creadora de la fundación Cambiando Modelos, que busca la inclusión social en ámbitos diversos como la educación y los medios.

CH: ¿La educación diversa es ya una realidad en las aulas?

SL: No, aunque creo que estamos dando pasos para ir hacia allá. Aún es muy difícil encontrar diversidad en el aula: es la excepción, no la regla, y debería ser al revés. Falta mucha apertura de mente y traducirla en acciones. Hay escuelas y lugares que dicen “Soy superinclusivo”, pero la realidad no es esa. No se trata de “dar chance” o ser “buena onda”: es capacitar a tus empleados, crear o ajustar programas y tomar acciones que beneficien a toda la comunidad.

CH: ¿Qué es educar en la diversidad?

 SL: Es abrazar las diferencias de todas las personas, independientemente de raza, orientación sexual o cualquier característica que nos diferencie y nos vuelva una persona única. Es aceptar que esa característica aporta un valor a la sociedad. El sistema educativo debe adaptarse a la evolución que está ocurriendo, considerar que todas las personas somos diferentes y hacer ajustes para que la educación sea de todas y todos.

CH: ¿Qué se necesita para educar desde la diversidad?

SL: Para educar con diversidad e inclusión, la empatía es muy importante: representa abrazar la diversidad y respetar: puede ser que tú y yo no estemos de acuerdo en algo o no tengamos la misma visión del mundo, pero tú respetas mi punto de vista y yo el tuyo.

CH: ¿Cómo impactan la inclusión y la diversidad en las infancias?

SL:  En la infancia absorbemos todo lo que está a nuestro alrededor. Eso sienta las bases de cómo vamos a desarrollarnos como adultos. En esta etapa todo se absorbe de forma muy natural e inconsciente, así que es muy importante la información que les damos a las infancias y que lo que hagamos frente a ellas sea positivo e incluyente. Lo más importante es practicarlo: respetar y abrazar la diversidad desde casa.

CH: ¿Cómo podrían integrarse estos valores en los programas educativos?

SL:  Con contenidos que tengan empatía, respeto y aceptación a las diferencias. Esta cultura debe formar parte del sistema educativo. Específicamente en lo que toca a personas con discapacidad, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad dicta que, como sociedad, debemos hacer ajustes para que sean incluidas en igualdad de circunstancias. Estos ajustes son físicos, como construir rampas o accesos, pero también se requiere un cambio de mentalidad. Es falso que las personas con discapacidad no puedan o no sean capaces: démosles la oportunidad de mostrar sus habilidades. Esto comienza con el paso más importante: hacerlo, que la sociedad y el personal escolar quieran cambiar su mirada y complementar con esos ajustes.

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