¿Cómo integrar la inteligencia artificial en la vida familiar?

La llegada de la Inteligencia Artificial (IA) a nuestros hogares es inevitable. Ya estaba presente en nuestros teléfonos móviles, en nuestras redes sociales, en nuestro e-mail, en los videojuegos y ahora en plataformas de conversación como ChatGPT. ¿Qué hacer? ¿Cómo entender, adoptar y aplicar una de las herramientas más poderosas de la humanidad? ¿Cuál es el papel de la inteligencia artificial para su uso educativo en casa?

Por Jon Black / CEO Blackbot

 

Una confesión inicial: nos educó la televisión 

Iniciemos con esta confesión: la televisión jugó un papel importante de mi niñez y crianza. Soy parte de una generación de niños que fueron educados por la plataforma tecnológica más importante de su tiempo y la razón era simple, nuestros padres decidieron darnos una mejor vida y su hipótesis era que lo lograríamos si ambos se ocupaban laboralmente, por lo que nuestra educación se basó en los recursos formativos de la educación pública disponible y las miles de horas que pasamos frente al televisor consumiendo la programación de la televisión abierta y las películas de Disney. 

Lo cierto es que, si bien los tiempos cambiaron y llegó una nueva plataforma tecnológica, el contexto social sigue siendo el mismo. Los padres de familia tienen que “ocuparse laboralmente” para buscar el sustento familiar y aunque la televisión sigue siendo una opción viable, ahora el entretenimiento y acompañamiento personal complementa su oferta con las tablets conectadas a internet, en donde los niños pasan horas saltando entre apps, videojuegos, redes sociales y contenidos de YouTube. 

 

¿Ahora nos educará la Inteligencia Artificial?

Una disrupción adicional llegó a la escena: la inteligencia artificial y las nuevas opciones de interacción, compañía, documentación e incluso “educación algorítmica”, que se perfilan como una alternativa que estamos obligados a entender y decidir cómo relacionarnos con ella. Y que contrario a lo que sucedía con la televisión, esta vez los padres de familia tenemos que responsabilizarnos de su uso y consumo

Sin duda, la disrupción comenzó con la llegada de la plataforma de inteligencia artificial ChatGPT de la compañía OpenAI. Es tal el impacto, que los especialistas tecnológicos la comparan con el mismo nivel de importancia que tuvo la llegada de internet o inclusive con el impacto cultural del dominio del fuego. Pero, ¿cómo incorporarla o introducirla de forma correcta en la vida de nuestros hijos? 

Algunas reacciones iniciales de Instituciones educativas alrededor del mundo fueron negativas, ya que prohibieron esta tecnología para meses después retractarse, ya que dichas escuelas comenzaron a explorar nuevas posibilidades de uso para fomentar el pensamiento creativo y crítico en sus alumnos. La UNESCO señala que la IA tiene la capacidad de hacer frente a algunos de los mayores desafíos que afronta el ámbito de la educación, y hay ejemplos concretos en el ámbito educativo, como por ejemplo el proyecto “Fostering Artificial Intelligence at School” que busca poner al ser humano en el centro de esta revolución tecnológica. 

Entonces, ¿cuál es nuestro papel como líderes familiares? Sin duda debemos ser los primeros en explorar y comprender los fundamentos del funcionamiento de estos sistemas. Exactamente como hicimos para entender internet o los teléfonos móviles; el comprender las posibilidades de la IA se convertirá en una forma básica de alfabetización tecnológica y en el nacimiento de una nueva cultura digital.

Además, algunas escuelas que han tomado una postura de “inclusión tecnológica”, y ya están diseñando programas educativos de introducción, entendimiento y uso de la inteligencia artificial dirigidos a profesores y padres de familia con el objetivo de darles una base que les permita una adopción de esta poderosa plataforma tecnológica alineada con las posibilidades educativas y su correcto uso. 

 

¿En qué debo poner atención? 

Desde chatbots hasta generadores de imágenes, parece que todos están jugando con diversas herramientas de IA. Pero lo verdaderamente valioso es entender el potencial que tienen para amplificar la experiencia académica y creativa de tus hijos. Hoy en día, los estudiantes están usándolas para entender de forma más simple lo que en clase no pudieron comprender con claridad, reduciendo el tiempo de inversión en horas de investigación y compilación, para ahora hacerlo mucho más eficiente y fácil. 

Por todo ello, en esta ocasión hemos creado para ti, un listado de cosas que necesitas tener bajo control en tu tiempo de experimentación con la inteligencia artificial: 

 

  1. La IA no es humana, es tecnología que simula “humanidad”

Una de las principales lecciones cuando estás en contacto con tecnología que “simula” una conversación humana, es saber de cierto que no estás conversando con humanos, solo estás utilizando una herramienta poderosa que te da acceso al conocimiento. Como padre de familia debes estar consciente de que, aunque la conversación tenga un tono amistoso, racional, cercano o emocional, las conversaciones en plataformas como ChatGPT son artificiales pero están diseñadas para hacernos creer que hablamos con humanos. 

Es por eso que tus hijos necesitan comprender que no hablan con personas, sino que son herramientas que simulan inteligencia. Recientemente, un artículo publicado por The Wall Street Journal, señaló que muchos niños piensan que los robots son más inteligentes que los seres humanos. Esto genera sentimientos de inseguridad en ellos. Para evitar que tus hijos se sientan amenazados por la IA, es importante que aprendan a establecer límites entre ellos mismos y la tecnología. Así ganarán confianza en su propia capacidad para entenderla, controlarla, ver su potencial y dominarla. 

 

  1. Los motores de búsqueda (como Google) y los libros son complementarios y necesarios

En este momento, ChatGPT sigue siendo una plataforma de información inexacta y, en muchos casos brinda información errónea (a estos casos se les llama “alucinaciones”, pero con el tiempo se corregirán definitivamente). Así que a pesar de su impresionante desarrollo, todavía no sustituye a los libros de texto o los motores de búsqueda como Google que, a lo largo del tiempo, han perfeccionado los algoritmos que emiten resultados de calidad y cualificados. 

Una buena recomendación es que por ahora no creas en todo el contenido que las plataformas de IA te comparten, ya que los datos y los modelos lingüísticos con los que fueron entrenados continúan evolucionando y, en muchos casos, pueden perpetuar prejuicios y estereotipos potencialmente dañinos. Como humanos necesitamos ser críticos y escépticos con la información que publican las plataformas, incluso aquellas en las que pensamos que no hay IA involucrada, como Youtube o TikTok. En esencia, todos los contenidos que te brindan esas plataformas son contenidos “analizados y recomendados” algorítmicamente por su popularidad y relación temática, pero no necesariamente son confiables y muchos de ellos pueden estar alimentando información falsa.  

 

  1. Es posible que te enfrentes al “plagio por IA”

Muy ligado al punto anterior, seguramente te encontrarás con eventos como el que los profesores califiquen el trabajo de tu hijo como “plagiado de la IA”. Para evitarlo es necesario combinar algunas buenas prácticas. Puedes iniciar preguntando a ChatGPT sobre determinado tema. Definitivamente tendrás una respuesta, pero esa respuesta compleméntala o contrástala con datos de libros o enciclopedias, así como otras fuentes confiables que te puede entregar un motor de búsqueda. Al enseñarle a tu hijo a combinar y complementar estas fuentes confiables y documentarlas, evitará la situación de plagio por IA cada vez que hace tareas o entregas de trabajos. Es importante que, como padre de familia, te documentes sobre las políticas de uso y aplicación de la inteligencia artificial en la escuela de tu hijo para entender los límites y el correcto uso de esta tecnología. 

 

  1. Deberás entender qué es el deepfake

Si bien la popularidad de ChatGPT nos llevó al uso de interfases de texto, hay plataformas en donde el audio y el video son posibles. Así que podemos generar voces falsas o incluso combinarlas con videos que permiten sustituir la voz y el rostro de una persona real. La calidad de suplantación es tal, que es difícil detectar un video falso (o deepfake) por lo que las personas pueden ser engañadas fácilmente.  

Necesitas abrir una conversación con tus hijos para explorar, entender, aplicar y tener un comportamiento responsable sobre el uso de internet, así como de las plataformas de IA relacionadas con imágenes generativas. A esto se le llama “cultura digital” y con ello podemos proteger su seguridad personal digital, evitar el uso de datos privados, evitar la suplantación de identidad de tus hijos (catfish) e incluso tener un uso ético y profesional de dichas plataformas. 

 

  1. Fomenta la creatividad humana

Contrario a lo que deduces, la inteligencia artificial en realidad no “piensa” , y mucho menos es “inteligente”; pero ofrece de manera eficiente resultados predictivos, una vez que lo hemos alimentado y entrenado con datos. La IA funciona sobre la base de una tabla matemática de decisiones y responde A o B en función de determinados criterios. No dispone de libertad, voluntad, creatividad y razón, que es lo que diferencia al humano respecto de lo artificial. Es por eso que lo que necesitas compartir con tu hijo no es únicamente el “dominio sobre la herramienta” , sino cómo la herramienta potencia la forma creativa de pensar de tu hijo. 

Si lo analizas bien, la IA es como un copiloto de la experiencia humana, la cual nos ayudará a procesar datos en tareas que antes requerían mucho tiempo y procesamiento humano. Además, ahora nos permitirá ser mucho más creativos, innovadores, exploradores y críticos para destinar tiempo a las cosas que sí importan. Así que el verdadero reto como padre de familia ante la inteligencia artificial, es alimentar el pensamiento crítico y el creativo, para que usen de manera adecuada una herramienta que es de máxima utilidad.

 

Diseño, creatividad, innovación y pensamiento crítico, las verdaderas bases 

En el reporte del Foro Económico Mundial titulado Futuro del empleo 2023, se explora cómo evolucionarán los empleos y las habilidades en los próximos cinco años. Y son las habilidades cognitivas: pensamiento analítico y pensamiento creativo; junto con las de autoeficacia: motivación y autoconsciencia, resiliencia, flexibilidad y agilidad, curiosidad y aprendizaje a lo largo de la vida, las que se consideran más importantes a desarrollar a lo largo de esta década. 

Como padre de familia piensa en el entorno digital que tenemos en la actualidad, en donde un niño que se enfrentará a un mundo de alta tecnología. Necesita mucho más pensamiento crítico y creativo que hace 40 años, cuando la vida era más sencilla y no se tenía acceso a tantas verdades, mentiras y alucinaciones como en la actualidad. Además de una velocidad de cambio, transformación y disrupción que no habíamos visto antes. 

El futuro inmediato del trabajo no será para los que “operen” las plataformas o máquinas, sino para los que logren utilizarlas complementando los conceptos y resoluciones de problemas valiosos. El “piloto” será humano pero el “copiloto” será artificial. 

Contrario a otras revoluciones tecnológicas, como la Revolución Industrial, donde no se sustituyeron puestos cualificados, con la IA sí se afectarán los puestos de trabajo de mayor nivel. Es así que nuestra sociedad no tendrá problemas de acceso a la información, pero lo verdaderamente valioso será la formación, la estructura de esa información, el cómo la aplicamos y qué herramientas usamos para ello. Es ahí donde se creará una división entre los analfabetas digitales y los usuarios de la tecnología. Entre los nuevos líderes y quienes no lo serán. 

 

Inteligencia sensible 

Finalmente, es en este contexto donde el correcto entendimiento de la IA se convierte en una necesidad. Por ello, ha despertado un nuevo campo de exploración: la necesidad de educar la inteligencia sensible (IS), reforzando el papel imprescindible de la persona y su originalidad en el contexto actual. 

A partir del libro Educar la inteligencia sensible. Guía para padres de hijos con alta sensibilidad de Luis Manuel Martínez Domínguez (2021, 2022), se reflexiona sobre la posibilidad de educar desde el origen, desde la propia singularidad del ser humano, la originalidad de cada persona.

La inteligencia y la personalidad son dos dimensiones de una misma unidad que nos hace tender a la plenitud. Con la inteligencia sensible gestionamos el amor y el miedo; cuando un niño tiene una ISe muy alta no solo se vivirá con mucha intensidad, sino que desarrollará habilidades intuitivas, pensamientos profundos, empatía, una fuerte emotividad, alta creatividad, bondad, ternura y energía. 

Como padres, necesitamos ir mucho más profundo que solo “adoptar o usar” una tecnología, debemos poner atención en la inteligencia sensible del niño. Con ello le brindamos la oportunidad de reclamar el máximo protagonismo de la persona hacia su propia libertad, así como la posibilidad de reconocer su papel individual en el mundo, pero desde una visión colectiva, creativa y responsable del entorno. Es poner su mejor “yo” al servicio de la humanidad, acompañado de herramientas poderosas como IA y de complejos retos que, sin duda, resolverá. Todo, gracias a tu responsabilidad como padre de familia, y tu disposición a entender la importancia e impacto de la IA, pues es imprescindible no dejarlos a su suerte como a las generaciones que crecieron y se educaron… a través de una pantalla de televisión. 

 

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Debemos hacer énfasis en que las emociones no son positivas o negativas, simplemente se reflejan en nuestro cuerpo con diferentes sensaciones corporales bastante reconocibles, gracias a las cuales podemos distinguirlas y regularlas. Regular una emoción significa saber expresarla sin necesidad de dañar a otras personas o a nosotros mismos. Algunos pueden sentir la emoción en el estómago, la garganta, las piernas, etc. Cuando no podemos regularla es cuando se presenta de forma no controlada: con crisis de llanto, gritos o ansiedad. 

Muy probablemente en los últimos años has escuchado hablar sobre la creatividad. Y no es de extrañar, ya que es un término que se ha popularizado, principalmente desde que se consideró como una de las habilidades clave para el futuro. A propósito, si en este momento tienes hijos, el listado de “Las 10 principales habilidades para el futuro” del Foro Económico Mundial, debería estar ya en tu radar. En términos simples, la creatividad es la capacidad de generar ideas, conceptos o soluciones de una forma novedosa, por lo que resulta ser una cualidad fundamental en el proceso de resolución de problemas y de toma de decisiones.