El proceso de buscar la mejor escuela para tus peques puede ser una pesadilla y además se siente como una gran responsabilidad. Seguramente piensas que estás tomando la decisión que definirá su futuro y dictaminará si serán personas exitosas o fracasarán y terminarán viviendo abajo de un puente. Mi experiencia hubiera sido menos tortuosa si alguien me hubiera dicho “¡Relájate!”. La escuela es solo uno de muchos espacios de formación de tus hijes.
Por supuesto que me importa la parte académica, pero también quiero que la escuela me acompañe para formar seres humanos libres, empáticos, conscientes de su entorno, resilientes, abiertos a la diversidad, motivados para aprender cosas nuevas, con pensamiento crítico, responsables de sus acciones, y sobre todo que aprendan a ser felices. En mi casa la escuela se disfruta.
A partir de mi experiencia y muchas pláticas con amigas, colegas y conocidos, te comparto un listado-salvavidas para que puedas manotear cuando sientas que te estás ahogando en plena búsqueda:
- Evalúa mínimo 3 opciones – Antes de decidir, conoce, investiga y visita varias alternativas para que tengas un punto de comparación.
- Toma una decisión bien informada – Pregunta todo lo que quieras saber; visita la escuela las veces que consideres necesario; entrevista a las y los maestros; platica con otros papás y mamás. Harta a quien tengas que hartar con tus dudas. Estás en todo tu derecho. Que no te limite ningún directivo que se crea de la nobleza.
- Considera en tu elección la personalidad de tu peque – No todas las escuelas les funcionan de la misma manera a todas las personas. Es fundamental conocerse y tener muy claro qué es lo quieren y buscan como familia.
- La más cara no necesariamente es la más buena – Hasta ahora no se ha demostrado una relación causal entre el signo de pesos y la calidad educativa.
- Presta atención a los valores de la escuela – La diversidad, el respeto, la tolerancia, la empatía y el trato humanizado son tan importantes como sumar y restar.
- Escoge una escuela que esté cerca de tu casa – Luego me das las gracias por esto, pero piensa que en un año vas a dar 800 vueltas de tu casa a la escuela, al trabajo y de regreso. ¡800!
- Si tú no te sientes a gusto, ¡ahí no es! – Confía en tu intuición. Si en el proceso de conocer la escuela hay cosas que no te laten, probablemente tengas razón y lo mejor que puedes hacer es salir corriendo.
- La escuela es un apoyo en la formación de tus peques – Recuerda la importancia de las experiencias que les podamos ofrecer como madres y padres. El ejemplo, los valores y las actitudes ante la vida que enseñemos en casa son fundamentales en el desarrollo de seres humanos plenos.
- El mejor indicador de éxito de una escuela es la felicidad de tu peque – En la teoría y en los rankings puede ser la mejor escuela, pero si tu peque no es feliz, no funciona y punto.
- No estás firmando un pacto con el diablo para toda la eternidad – Puedes cambiar tu decisión cuando quieras. Como diría Juan Gabriel, no te aferres.
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